Tras la llegada del ferrocarril en 1886 y la inauguración tanto del Hotel Bristol como de la primera rambla de madera en 1888, Mar del Plata se transformó en una exclusiva villa balnearia. La alta sociedad porteña, que acostumbraba veranear en quintas o estancias bonarenses, comenzó a europeizarse y optó por el mar. Esta elite contrató a arquitectos del Viejo Continente para que erigieran sus lujosas villas solariegas principalmente sobre el borde costero o sobre la Av. Colón y con materiales importados…
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‘ Las historias detrás de las 12 residencias de la aristocracia argentina que fueron demolidas – LA NACION