La deforestación de la Amazonía, la selva tropical más grande y con mayor biodiversidad del mundo, ha reducido las lluvias y debilitado la capacidad de los árboles y el suelo para retener la humedad, según descubrieron los investigadores. Esto agudizó la sequía y redujo la resistencia de la selva a la destrucción ambiental y a fenómenos como los incendios forestales. El río Amazonas, el más caudaloso del mundo, y varios de sus afluentes alcanzaron el año pasado sus niveles más bajos en 120 años de registro
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‘ El cambio climático provocó una sequía ‘excepcional’ en el Amazonas – The New York Times