El aviso de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de que se multaría a los padres que acudiesen con menores a las primeras protestas contra los recortes del nuevo Gobierno de Javier Milei y la amenaza de retirar los subsidios a quienes participasen en las manifestaciones convocadas para este miércoles en Buenos Aires ha dejado en tibia una jornada de protesta que convocó a miles de argentinos en la Plaza de Mayo, muy lejos de los 50.000 previstos inicialmente.