Durante el largo verano, por varios días, las temperaturas se han mantenido a 37 grados Celsius o más. El calor ha sido sofocante para muchos tejanos, pero mortal para algunos de los que se abren camino a través de la caliente y árida tierra de matorrales por la que viajan los migrantes para evitar ser detectados por los agentes de la Patrulla Fronteriza.
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‘ El calor sofoca a migrantes en la frontera entre México y EE. UU. – The New York Times