Después de advertir repetidamente de que no habría vencedores en una guerra comercial, instó a Washington a entablar conversaciones. Mantuvo la calma hasta la medianoche en Washington y, justo cuando entraron en vigor los aranceles sobre China, Pekín anunció aranceles de vuelta de entre el 10 y el 15%, a partir del 10 de febrero, sobre varias importaciones estadounidenses, entre ellas carbón, petróleo crudo y automóviles de gran tamaño. Es posible que el Gobierno chino haya mantenido la calma con la esperanza…