La comunidad internacional ha acogido positivamente -a excepción de Irán y Rusia- el colapso del régimen de Bashar al Assad en Siria, con los rebeldes islamistas liderados por Hayat Tahrir al-Sham entrando en Damasco durante la madrugada de este domingo. Desde Estados Unidos hasta Rusia, pasando por Europa, numerosos líderes políticos han expresado su preocupación por la población local y los ciudadanos extranjeros presentes en el país. La ONU ha solicitado una transición pacífica del poder para evitar más víctimas.