Días después de que Hezbollah e Israel intercambiaran algunos de los ataques transfronterizos más intensos de los últimos años, las autoridades estadounidenses se muestran tímidamente esperanzadas de que la amenaza de un conflicto de mayor envergadura entre ambos bandos se haya evitado, al menos por ahora, aunque siguen vigilando de cerca a Irán para ver si ataca objetivos israelíes.