«Recibí varios informes del comandante en jefe (Oleksander) Syrskyi sobre el frente y nuestras acciones para llevar la guerra a territorio del agresor”. Con estas palabras el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, confirmó el sábado que el ejército ucraniano es responsable del ataque sorpresa en la provincia rusa de Kursk que comenzó el 6 de agosto. Aunque desde el Kremlin aseguran que han frenado la incursión, el hecho de que casi una semana después los combates sigan parece revelar lo contrario.