La violencia de esta semana en Bangladesh ha dejado al menos 115 muertos, según un recuento de la AFP de víctimas reportadas por la Policía y los hospitales, y plantea un desafío monumental al gobierno de la primera ministra Sheikh Hasina después de 15 años en el cargo. En la madrugada de este sábado entró en vigor un toque de queda y la oficina de la primera ministra pidió al Ejército que desplegara tropas después de que la Policía, nuevamente, se viera incapaz de controlar el caos generalizado.