Este sábado se ha convertido en la jornada más sangrienta para el ejército israelí desde el mes de enero. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, difundió un videocomunicado este sábado para mostrar sus condolencias por la muerte de ocho soldados en Rafah, en el extremo meridional de Gaza, en el que insistió en la necesidad de seguir combatiendo en la Franja, ya que «no hay alternativa a la victoria».