Este año se cumplen 30 años de las primeras elecciones democráticas en Sudáfrica, pero millones de personas siguen sufriendo problemas económicos similares a los del apartheid. La mayoría de los sudafricanos negros no ganan lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas. La desigualdad y el desempleo han aumentado, los servicios básicos como el agua y la electricidad no son confiables, las disparidades raciales siguen siendo grandes y la corrupción política ha dejado a muchos hartos de la democracia…