El Gobierno finlandés cerró en otoño los ocho pasos fronterizos que comparte con Rusia, a lo largo de una frontera de casi 1400 kilómetros. La frontera permanecerá cerrada al menos hasta mediados de abril. Las autoridades finlandesas alegaron razones de «seguridad nacional». Las ONG denuncian, sin embargo, que la medida pone en peligro la vida de cientos de solicitantes de asilo. Las autoridades finlandesas acusan a Rusia de canalizar hacia la frontera a migrantes ilegales y ayudarles con dinero, comida…