Daihatsu, el fabricante de automóviles japonés propiedad de Toyota, detuvo la producción nacional después de admitir que falsificó los resultados de las pruebas de seguridad de sus vehículos durante más de 30 años. La marca, mejor conocida por fabricar automóviles de pasajeros pequeños, detuvo la producción en sus cuatro fábricas japonesas a partir de este martes, incluida una en su sede en Osaka, dijo un portavoz a CNN.