Uno de los países considerados como una de las fábricas del mundo, debido a la cantidad de multinacionales textiles que trasladan allí sus factorías para aprovecharse -en muchas ocasiones al límite de la legalidad- de una mano de obra mucho más barata, Bangladesh, ha comunicado uno de los mayores descubrimientos de los últimos años, y que podría cambiar hasta cierto punto, la visión del país respecto a su producción y posición en su región.