Las autoridades filipinas advirtieron de un «tsunami devastador» y exhortaron a la población de zonas costeras a desplazarse hacia el interior, después de que un terremoto de magnitud 7,6, seguido de una fuerte réplica, sacudiera la isla de Mindanao, en el sur del archipiélago. El sismo se produjo a una profundidad de 32 kilómetros hacia las 22H37 hora local (14H37 GMT)