La Presidencia de Rusia ha criticado la decisión de Finlandia de cerrar el último paso que aún quedaba abierto en la frontera común y ha advertido de que esta medida, que considera injustificada, puede derivar en una escalada de la «tensión», entre otras cosas porque implica un mayor despliegue de efectivos en la zona. «Nada ni nadie amenaza a Finlandia y, en este caso, se trata de una medida completamente excesiva», ha afirmado el principal portavoz del Kremlin