Decenas de miles de mujeres en Islandia, incluida la primera ministra Katrín Jakobsdóttir, se negaron a trabajar este martes. Lo hacieron como parte del «Kvennafrí» (Día libre de la mujer), convocado en protesta por la brecha salarial de género y la violencia de género en el país nórdico. Los campos en los que las mujeres constituyen la mayoría de los trabajadores, como la atención sanitaria y la educación, se ven especialmente afectados por esta problemática.