Lluvias de una intensidad inusual han inundado este viernes sótanos, calles y numerosas estaciones de metro de Nueva York, así como las instalaciones de un centenar de colegios, si bien los responsables de los centros recomendaron que los estudiantes siguieran en el interior, dado que fuera el riesgo era aún mayor por la caída de árboles sobre las aceras y la calzada, según varios medios locales.