El estallido de la guerra entre Ucrania y Rusia implicó un reajuste a marchas forzadas y a nivel mundial en todas las economías del mundo. El encarecimiento de productos básicos -que todavía se mantienen a día de hoy- hicieron que los precios de este bien tan preciado para aguantar el invierno, se dispararon hasta máximos históricos.
Pero este escenario ha cambiado de manera radical.