Por un lado, el hecho de ser personas que por nuestras características o comportamientos tengamos magnetismo y resultemos interesantes a las demás —no en el plano amoroso, sino en términos generales—. Por otro, lograr ese estado emocional y mental de satisfacción y bienestar con la vida.
Pero, ¿y si combinásemos ambas? ¿Qué necesitamos para ser personas atractivas y a la vez felices? La inteligencia artificial responde.