La sorpresiva iniciativa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para poner fin a la guerra en Ucrania ha traído consigo, sobre todo para Europa, la amenaza, formulada más o menos claramente por Trump, de que EE. UU. podría retirarse de la OTAN y dejar solos a los europeos en asuntos de defensa. El primer ministró de Reino Unido, Keir Starmer, reaccionó a ello con un aumento de su presupuesto de defensa a un 2,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) hasta 2027. Actualmente, este se cifra en un 2,3 por ciento.