Ser mujer, para Jessica Chastain (Sacramento, California, 1977), es una contradicción hermosa, una lucha constante por encontrar un equilibrio entre ser vista y ser escuchada, entre mostrar vulnerabilidad y al mismo tiempo desbordar fortaleza. En su trabajo no hay lugar para la sumisión; hay una reclamación constante de su espacio, de su verdad. Y sin embargo, detrás de esa fuerza, existe una humanidad profunda, un deseo de no perder nunca lo esencial: ser fiel a sí misma. No busca el aplauso fácil ni la…