La propiedad se vendió por 3.2 millones de dólares al inversor Sam Asgari, quien dice enfrentar dificultades para tomar posesión del inmueble. Según Asgari, Spacey se negó a entregar las llaves de la residencia, a pesar de los intentos que ha hecho para acceder a ella durante las últimas semanas, todos sin éxito.