Pablo Chill-E fue uno de los últimos en llegar a la alfombra roja de los Premios Pulsar. Y en su estilo, el cantante urbano se sinceró en los micrófonos de La Radio: “Se me había olvidado que tenía que venir”.
“Mi mamá me dijo: ‘ponte un terno, ponte bonito’. Me estaba tatuando y me dijeron: tenemos que ir a los premios”, comentó. “Me tatué la guata, ahora no puedo (mostrar el tatuaje)”, agregó entre risas.