Resulta imposible medir la cantidad de gente que vibró, bailó y hasta lloró en Copacabana, disfrutando del histórico show de Madonna, aunque algunos se arriesgan a señalar que hubo más de dos millones de personas. Todo fue magia desde que apareció en escena en un inmenso escenario de 800 metros cuadrados montado frente a la playa, para empezar con “Nothing Really Matters”.