El bebé que aparece en la portada del álbum «Nevermind» de Nirvana, que ahora tiene 32 años, demandó a la banda en 2021 argumentando que no había consentido el uso de esa imagen y que se trataba de «pornografía infantil». La demanda fue inicialmente desestimada, pero ahora se reabrió el caso puesto que la banda relanzó el álbum hace algunos años con la misma foto.