El acento italiano y las palabras que mezcla con el castellano la delatan. La elegancia, el porte y los gestos le terminan de poner las luces encima. Como famosa o como anónima, Camila Giorgi no pasa inadvertida, aunque mantiene los rasgos de timidez. Desde hace unos meses es también parte de la geografía de Buenos Aires, la ciudad que eligió para empezar una nueva vida y está, en cierta manera, aprendiendo a convivir con la argentinidad. Dice que le encanta la cultura y que anclarse en este país fue algo…