Para cuando comenzó la temporada 1998, Marcelo Ríos era una estrella del tenis mundial. Uno de los pocos números uno juveniles que respondieron de inmediato a las expectativas. En menos de tres años como profesional ya se había metido al top ten, era protagonista en los Grand Slams y había ganado su primer gran título, en el Súper 9 de Montecarlo 97 (hoy Masters 1000). Bajo la conducción de Larry Stefanski, las expectativas con el Chino eran altas, y así lo confirmó en su torneo inicial del ’98, levantando…