Ver esta publicación en InstagramCuando tenía nueve años y disfrutaba unas vacaciones en Mendoza, su tía Flor Sanz le enseñó sobre el hockey patín. Le explicó cómo funcionaba y la llevó a competir en Godoy Cruz. A ella le gustó tanto, que cuando regresó a Chile tres meses después, buscó club y se inscribió en el Thomas Bata, la institución más ganadora del país. Ahora, la historia de la joven Celeste Sanz cobra sentido porque acaba de marcar su primer gol en un Mundial: con solo 17 años, amargó a España en Novara, Italia. Ver el original de la noticia:
‘ “Es un orgullo representar a Chile; no nos vamos a rendir hasta ganar el Mundial” – AS Chile