Subir un escalón, agachar la cabeza y recibir un metal atado a una cinta. Tres simples movimientos, pero a su vez, los que todo deportista sueña con ejecutar desde que comienza a dar sus primeros pasos. Si además ese podio o escalón tiene impresos los cinco aros olímpicos, la medalla adquiere un significado solo soñado por los deportistas más excepcionales de todo el mundo. Sea de oro, de plata o de bronce, recibir una presea olímpica supone para cualquier deportista un premio a toda una carrera de…