Ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), diseñaron una batería tan diminuta como un grano de arena, que podría permitir el despliegue de robots autónomos del tamaño de una célula.
La nueva pila, de 0,1 milímetros de longitud y 0,002 milímetros de grosor -aproximadamente la anchura de un cabello humano-, puede captar el oxígeno del aire y utilizarlo para oxidar zinc, creando una corriente de hasta 1 voltio.