Los vuelos espaciales alteran la estructura y funcionamiento de los riñones de los astronautas, según los especialistas, y la radiación galáctica provoca daños que podrían poner en peligro una misión a Marte.
Para el magnate Elon Musk o la NASA, llegar a Marte no es solo algo posible, sino que un objetivo. Musk, dueño de SpaceX, calcula que el ser humano podría llegar al planeta rojo en 2029, mientras que la NASA quiere conseguirlo en 2040.