Imagínate un mundo completamente estéril. Ante ti hay un paisaje volcánico, desprovisto de flora y fauna. Esparcidas por esta extensión gris y negra hay cuerpos de agua poco profundos. En cada una de estas piscinas naturales se elabora una combinación precisa de sustancias químicas y condiciones físicas que podrían servir como fuente de vida en nuestro planeta.