«Dadas las malas interpretaciones», el diputado frenteamplista reformuló su propuesta para acotarla al «principio de bienestar animal y de evitar sufrimiento innecesario». La ONG veganista que está detrás de este texto reivindicó en el Congreso que cada pez «es un individuo con personalidad, pensamientos, intereses y memoria: algunos han aprendido fútbol».