Desde que inició el Gobierno del Presidente Gabriel Boric, la crisis de seguridad pasó de ser un tema que en los primeros meses se tildó de «heredado», a un problema que a estas alturas parece haberse enquistado en la sociedad, con la instalación del crimen organizado y el aumento de delitos violentos. Se trata de un fenómeno que, ágil, no permite espacio para titubeos: la seguridad -o más bien- la falta de ella, es el tema de mayor preocupación ciudadana.