Durante su testimonio, el imputado normalizó la situación que hoy es materia de investigación judicial: “Estaba acostumbrado a vivir situaciones de no privacidad, de sexualidad masiva. Muchas veces mis compañeros me decían que llegara más tarde porque querían estar con una niña. Estaba acostumbrado, por eso esto no era chocante ya para mí”. Por último, el excadete de Cobreloa manifestó que no se siente culpable. “Tengo hermanas y, si en algún momento hubiese visto una agresión, hubiese reaccionado.