La banda tenía una particular manera de hacer las transacciones de droga como medidas de seguridad. El subprefecto Christian Serón, jefe de Bicrim Puente Alto, indicó que se utilizaba un taco de pool con una pala en su extremo y a través de eso «se ofrecía este producto a los compradores para mantener una distancia con doble puerta en los inmuebles que hacía prácticamente imposible obtener imágenes de vigilancia de la transacción de droga», evitando reconocer a los delincuentes.