En una mañana a principios de junio, Cindy Crawford entró a una de las salas del Santa Monica Proper Hotel y su vibra fue evidente de inmediato: cómoda, profesional, directa. Nada de artificios. Ninguna comitiva. Solo su publicista de toda la vida, Annett Wolf, quien nos presentó rápidamente y luego desapareció, dejando a Crawford en la cabecera de una mesa con un exhibidor de los productos de su línea para el cuidado de la piel y el cabello Meaningful Beauty, una marca de 400 millones de dólares…