Técnicamente, este tipo de urgencia tiene por finalidad el despacho de un proyecto en el plazo de seis días, aunque en la práctica se suele extender, ya que solo el presidente de una comisión puede poner en tabla su votación. Por eso, si bien con esto el Ejecutivo espera presionar para que se vote en general la iniciativa la próxima semana, no necesariamente eso ocurrirá.