Han pasado cuatro meses y medio desde la muerte de Sebastián Piñera en un accidente en helicóptero en el lago Ranco, y su oficina -en el piso 19 de un moderno edificio en Vitacura- se encuentra intacta. Su escritorio está lleno de carpetas, documentos y los diarios de la semana en que partió de vacaciones al sur, a comienzos de febrero. Su hija mayor, Magdalena (49), no ha querido mover nada, quizás esperando el momento en que se sienta más preparada para hacerlo o tenga claro el destino de los cientos de…