Es la compañía de moda, su acción es la más apetecida del mundo y su CEO, un rockstar taiwanés enfundado en chaqueta de cuero que evangeliza alrededor del globo sobre el potencial enorme de la inteligencia artificial. Claro, porque la IA es el negocio que ha impulsado a su empresa a ser la tercera en capitalización de mercado global. Un boom que algunos inversionistas justifican y que le auguran una vida larga, y que otros creen que no se extenderá mucho más tiempo.