La compañía controlada por Cecilia Karlezi y presidida por su pareja, Alejandro Gil, enfrenta dificultades de caja que llevaron a su controladora a prestar $5 mil millones. Para algunos especialistas, su nivel de deuda y la fuerte caída de sus ingresos la obligarían a buscar una solución en pocos meses. Han reaparecido interesados en comprar la clínica o asociarse a sus controladores, como Leonidas Vial, pero han chocado con la intención de Gil, que ha exigido para ello que los interesados paguen el mismo precio que la acción tenía cuando Karlezi tomó el control.