Las tierras agrícolas de Chile son cada vez menos de chilenos y más de extranjeros. Aunque hubo una ola de compras chinas para cerezas, esta ha ido amainando. Ahora, vienen de Norteamérica, Europa y Arabia Saudita a adquirir predios para producir frutas, principalmente. Ya el 20% de las exportaciones frutícolas que salen de tierra chilena lo controlan fondos de inversión extranjeros.