Para este año, el gobierno proyectó que el Producto Interno Bruto crecerá 2,5%, ubicándose por sobre la expectativa del Banco Central de 1,25% a 2,25%, mientras que el promedio del mercado se sitúa en 1,7%. Para la deuda pública, Hacienda prevé que no superará el 41,5% del PIB como máximo, y que luego se estabilizará en 41,2% del PIB. Eso para los economistas es una meta «ambiciosa», que implica un crecimiento del gasto público bastante acotado para los próximos años.