La paradoja de la transición energética es que, para alcanzar un recambio hacia una sociedad que funciona sobre la base de electromovilidad y con cero emisiones de CO2, deberá aumentar la explotación y volumen de yacimientos mineros, especialmente de litio y cobre, para contar con los insumos que harán posible esa realidad de carbono neutralidad.
Un camino que se ve difícil con la creciente oposición ciudadana a los proyectos mineros en Chile, donde se ha instalado el concepto de la ‘zona de sacrificio’