La firma anunció una colaboración con BASF, la gigante alemana que, entre otros negocios, tiene una línea enfocada en materiales para baterías. Esta empresa dará un relevante respaldo financiero a la canadiense, cuyos activos en Chile suman más de 46 mil hectáreas en pertenencias en el Salar de Atacama y 8 mil hectáreas en Ollagüe. La definición pendiente del Ejecutivo sobre cuáles depósitos reservará para cuidado ambiental y cuáles serán estratégicos, será clave en el futuro de ambas iniciativas.