Una suma de eventos desafortunados que, a juicio de la compañía china Sinovac mostraban el poco aprecio de las autoridades por la millonaria inversión de la farmacéutica, frustraron el desembarco de la asiática en Chile.
La primera alarma de la firma oriental se encendió el año pasado, cuando con armas de fuego y mucha violencia, una banda entró a robar su terreno en Quilicura, situación que se repitió en varias oportunidades.