La tradicional empresa fundada en 1884 por la familia Ferran tiene más de 50 locales, pero desde 2019 arrastra pérdidas, según ha informado en tribunales laborales en los que ha declarado que su situación económica la ha forzado a ajustar sus estrategias comerciales, políticas de venta y dotaciones. Hasta abril de este año había despedido a 187 trabajadores, más de un 10% de su planilla, por necesidades de la empresa.