De las 200 mil toneladas estimados de chatarra electrónica que se generan en el país, hoy solo se recupera entre el 3,5 y el 5%. Aunque el volumen del tratamiento y disposición es aún muy bajo, las iniciativas en ciernes que ya existen y la legislación que pronto entrará en vigor indican que la nación Latinoamericana está hablando en serio en esta materia.