El asesino de Ámbar reveló desde la cárcel que anteriormente, en 1996, había matado a dos personas -una mujer y su hijo- que permanecían desaparecidas. Las identidades aún deben ser determinadas por el Servicio Médico Legal. La PDI precisó que estaban enterrados a sólo un par de metros de distancia de donde fueron encontrados, hace cuatro años, los restos de Ámbar.